Somos conscientes de la importancia de la actividad minera en el crecimiento de nuestra economía gracias a la generación de grandes divisas las cuales han ayudado a mantener el equilibrio macroeconómico del país; sin embargo aún estamos dejando de valorar a la minería pequeña y artesanal la cual es desarrollada por emprendedores que día a día invierten su tiempo, dinero y sacrificio para lograr el gran reto que significa ser pequeño minero en el Perú.
La minería pequeña y artesanal es una actividad de subsistencia ejercida a pequeña escala por muchos emprendedores la cual se basa en la utilización intensiva de mano de obra, generando empleo y beneficio socioeconómico colateral en la zonas geográficas de influencia de sus operaciones; que en su mayoría son las áreas mas apartadas y deprimidas del país.
Es lamentable que la gran mayoría de pequeña minería aun se encuentre inmersa en la informalidad, motivo por el cual urge desarrollar programas de subvención para incentivar a que estos emprendedores migren a la formalidad. Al ingresar a la formalidad podrán acceder al sistema crediticio más fácilmente, por consecuente financiar el crecimiento de sus actividades y proyectos mineros.
A los emprendedores de la pequeña minería el estar inmersos en la informalidad les genera un gran número de riesgos; como sanciones penales, inseguridad, peligro de ser desalojados, conflictos con terceros e inestabilidad operativa y laboral.
Asimismo por otro lado se denuncia y expone en muchos casos que la minería informal genera deterioro y daño ambiental en sus zonas de operaciones; sin embargo por las limitaciones económicas de los emprendedores de la pequeña minería les dificulta aplicar medidas y herramientas de protección ambiental como si lo hacen las grandes mineras.
Por lo cual lo más sano para este sector es migrar de la informalidad a la formalidad y poder gozar de un gran número de beneficios tales como acceder al sistema crediticio, adquirir sus insumos a precio de mercado y adquirir la propiedad de sus derechos mineros acompañado de la seguridad jurídica. La idea propuesta es formalizar a la pequeña minería para transformar la minería informal en operaciones de pequeña minería regulada, productiva y sustentable.
Sin embargo en este contexto el Estado apoya más a las grandes mineras preocupándose cuanto recibirán por los respectivos cánones, sin darse cuenta que afectan a la pequeña minería poniendo trabas a través de altos costos para su proceso de formalización. En muchas ocasiones el Estado actualmente trata de discriminarlos tildándolos a todos como mineros informales ilegales; confundiendo al pequeño minero con el minero ilegal; es importante separar la paja del trigo y realmente valorar la labor de los emprendedores de la pequeña minería.
Para lograr la real formalización el Estado debe brindar microcréditos para financiar su proceso de Formalización el cual es bastante caro y en muchos casos costo inalcanzable para los emprendedores de la pequeña minería, para lo cual se debe propiciar el desarrollo de asociaciones de pequeños mineros para que puedan acceder a estos créditos de forma colectiva y reducir el riesgo. Este subsidio financiero ayudaría a los emprendedores de la pequeña minería a contar con su documentación de concesión minera y certificación ambiental correspondiente.
Muchos de estos emprendedores se pasan años excavando, chancando y moliendo rocas para liberar algunas partículas de mineral, para luego vender su producto a los acopiadores a una fracción de su valor real en sus comunidades.
Por las limitaciones de la pequeña minería es recomendable que se genere la asociatividad entre mineros artesanales y pequeña minería para lograr sinergia; incrementando la producción y reducir riesgos. La asociatividad dentro de la pequeña minería también ayuda para el acceso al sistema crediticio y poder adquirir los equipos básicos de sus operaciones mineras. Esta unión de fuerza puede darse a través de Cooperativas Mineras o Asociaciones de Emprendedores de la pequeña minería.
Los pequeños emprendedores mineros artesanales juegan un rol importante en el sector minero del país por lo cual es necesario empoderarlos fortaleciendo sus capacidades y brindarles las herramientas necesarias para una minería segura, responsable y prospera. Son aproximadamente 450 mil emprendedores en el sector de la pequeña minería en la actualidad.
En los últimos años, la evolución hacia un aumento en los precios internacionales de los minerales, específicamente el del oro, ha sido considerable, sin embargo según el contexto de este artículo es la pequeña minería la que realmente vale oro; motivo por el cual el Estado peruano se la debe de jugar por el pequeño minero; ya que este sector es fundamental para el desarrollo socioeconómico del país ejerciendo una actividad minería limpia y sustentable.
Pequeña Minería que vale Oro
23
Mar